Vaya Ascó....
Esperando al clemencia del juez y de la SGAE por copiar descaradamente, y agradeciendo a El Correo y a Antón, al posibilidad de incluir esta viñeta (puesto que ellos han realizado la misma maniobra con Matt Groening), adjunto el siguiente chiste gráfico, que se acerca peligrosamente a la realidad...
La cuestión es que para los que andamos siguiendo al pista a este mundillo de tecnologías y manufactura industrial, el chiste no lo es. Los últimos años, veo los Simpson con honda preocupación, no como una comedia, sino como un melodrama, pues en muchos sentidos calcan la realidad, y esto es algo muy triste para una sociedad que se define moderna y de progreso. En el caso que nos ocupa, de "pequeños hilillos" radioactivos, supone el espaldarazo definitivo al surrealismo. Lejos de hacer gracia, es probable que en al Central de Ascó se encontrase alguien (han destituido al Director y al responsable de (in)seguridad radioactiva) lo más parecido a Hommer. La cuestión y el problema, es que esta situación se repite con alarmante frecuencia en instalaciones similares, fábricas dispares, y en algún caso, gobiernos nefastos.
Nos encontramos con una estructura de organización que sobre el papel es cuasi-perfecta, sobre los hombros de la base piramidal (trabajadores de a pie o de a hormigonera) encaja al 80%, sobre el nivel operativo intermedio, encaja y se cumple en un 60%... y sobre los gestores aquesta atalayas que nos deben orientar la entrada al puerto; es decir, sobre los que deben orientar, dirigir, iluminar al resto de implicados el camino a seguir y extraer todas las posibilidades de ese modelo en papel, se reproduce en un 20%. Son porcentajes propios, son opinión de alguien que ha conocido diferentes formas de hacer gestión, y casi todas (salvo honrosas excepciones) acaban con el Sr. Burns de turno, poniendo al Homercuñado, Homersobrino, al Homerhijodemiamigodelalma, etc. como responsable de algo, de personas y de mucho dinero, sin apenas preparación. Lamentablemente, todos sabemos como empiezan: despreciando el modelo papel-teórico, pero no siempre sabemos como acaban.
Menos mal que el consejo de seguridad nuclear ha sido algo operativo y a tomado cartas, pero no estamos a salvo de los Homerpolitik.
La cuestión es que para los que andamos siguiendo al pista a este mundillo de tecnologías y manufactura industrial, el chiste no lo es. Los últimos años, veo los Simpson con honda preocupación, no como una comedia, sino como un melodrama, pues en muchos sentidos calcan la realidad, y esto es algo muy triste para una sociedad que se define moderna y de progreso. En el caso que nos ocupa, de "pequeños hilillos" radioactivos, supone el espaldarazo definitivo al surrealismo. Lejos de hacer gracia, es probable que en al Central de Ascó se encontrase alguien (han destituido al Director y al responsable de (in)seguridad radioactiva) lo más parecido a Hommer. La cuestión y el problema, es que esta situación se repite con alarmante frecuencia en instalaciones similares, fábricas dispares, y en algún caso, gobiernos nefastos.
Nos encontramos con una estructura de organización que sobre el papel es cuasi-perfecta, sobre los hombros de la base piramidal (trabajadores de a pie o de a hormigonera) encaja al 80%, sobre el nivel operativo intermedio, encaja y se cumple en un 60%... y sobre los gestores aquesta atalayas que nos deben orientar la entrada al puerto; es decir, sobre los que deben orientar, dirigir, iluminar al resto de implicados el camino a seguir y extraer todas las posibilidades de ese modelo en papel, se reproduce en un 20%. Son porcentajes propios, son opinión de alguien que ha conocido diferentes formas de hacer gestión, y casi todas (salvo honrosas excepciones) acaban con el Sr. Burns de turno, poniendo al Homercuñado, Homersobrino, al Homerhijodemiamigodelalma, etc. como responsable de algo, de personas y de mucho dinero, sin apenas preparación. Lamentablemente, todos sabemos como empiezan: despreciando el modelo papel-teórico, pero no siempre sabemos como acaban.
Menos mal que el consejo de seguridad nuclear ha sido algo operativo y a tomado cartas, pero no estamos a salvo de los Homerpolitik.
Etiquetas: crítica, empresa, política, reflexiones, sociedad