1984

Ayer se me cayó la tostada al suelo, claro está por la parte de la mermelada. Cuando me agache a recogerla, se me cayó el móvil, claro está por la parte de la pantalla, cuando estiré las dos manos para coger los dos objetos, se me cayó el alma, claro está, por la parte creativa, la más sensible. Y de repente, allí estaba, mirándome desafiante un pensamiento perdido. Realmente lo había perdido hacía ya varios años, pero parecía que el tiempo no había pasado por él. Este pensamiento, trepó por mi brazo, y se encaramó a mi cabeza, con agilidad felina. Cuando me quise dar cuenta, había entrado dentro, llegando al cerebro en pocos segundos.

Hoy me he levantado con dolor de cabeza, no tenía muy claro por qué demonios no había sonado el despertador, hasta que he visto ese pensamiento posado sobre él, anulando el sistema de alarma del reloj. Cagüen!, si te cojo…! He pensado, pero antes de poder estirar la mano para aplastarlo, ha vuelto a saltar y de nuevo se ha metido en mi cabeza.

Me encuentro afeitándome, con una sonrisa estúpida en la cara, pero sin embargo tengo cierta felicidad, no se cual es el motivo, pero desde hace un rato algo dentro de mi cabeza canta canciones de anuncio fácil y recopilatorio de Hipermercado… ¡la vida es tan hermosa…!