Recuerdos

He vuelto a pasear por aquellas calles, por aquellos caminos. Hace años que no me enfrentaba a mi pasado, y por fin estaba allí. Varios días, diferentes personas, chicos y chicas alegres que vuelan hacia nunca jamás. Obviamente más jóvenes. Me doy cuenta del paso del tiempo, pero no tengo miedo. La noche nos envuelve, aprieto su mano con fuerza y la miro, allí estuvimos hace tiempo, y todo ha cambiado menos nuestras miradas. Paso ligero, quiero llegar a la esquina que dobla la esperanza. Este bar espió nuestros besos, hoy está reformado, pero siguen siendo esas paredes maquilladas las que sujetaron mi espalda. Vida, siempre tuvieron vida estas calles, cada vez me doy más cuenta, la mía ya ha transcurrido durante 30 años, la de ellos acaba de empezar; sus primeros besos, sus primeras lágrimas. He aprendido algo? la certeza ronda mi cabeza sin estar segura de querer bajarse en esta parada.

Domingo. También estuve aquí, cuando no sabía que significaba decir sí . La espuma salada baña el recuerdo, y las obras de acondicionamiento no dejan de ser tecnicismos de la vida, que discurre paralela al riachuelo. El agua sigue bañando estas costas. El aire es diferente, pero mis pulmones son los mismos, más viejos, más ajados, pero llenos de esperanza.

Ahora lo entiendo un poco más: paciencia, hay que tener paciencia. La vida se encarga del resto. A uno solo le queda trabajar con la mejor intención. Admiro a mis amigos, abnegados luchadores de la esperanza final, del premio gordo del futuro labrado. Va por ellos, el pasado nunca estuvo tan presente.