Dónde quedo la crítica?
Cierra los ojos y piensa un poco... No, así no; intenta dejar la mente en blanco, y luego deja entrar dentro de tu cabeza todos tus miedos, todos tus prejuicios, todas tus fobias, tus defectos, tus virtudes. Siente el vértigo de verte a ti mism@ sin la cobertura que nos da la sociedad de consumo. Cuesta, verdad?. Este es el primer ejercicio de alguien con madurez y la suficiente capacidad de auto crítica para poder empezar a mejorar como persona. Sí, ya lo se, nadie cambia, nadie piensa en este sentido, nadie pierde el tiempo con estas historias...
La cuestión es que de una parte a ésta otra, se ha perdido la capacidad crítica. Primero, con uno mismo, y después, con todo lo demás. El principal logro de esta sociedad de consumo ha sido la anestesia generalizada de todas las herramientas que nos dio la ilustración, y la perdición de toda la capacidad intelectual que pergeñaron los filósofos de los siglos XXVIII y XIX (los del XX se cuentan con los dedos, y han sido más notarios sociales que impulsores de pensamiento). Hecho de menos la canción protesta que teníamos antaño. Una de las virtudes del movimiento punk (a parte de inventar la gomina natural) fue la creación de grupos reaccionarios, que con una crítica rudimentaria ponían en duda el mundo que nos rodeaba. Lógicamente, ellos fueron los primeros en caer en él. Hoy en día, la capacidad de sugestión de los medios de comunicación hace que nos creamos que vivimos en el primer mundo, que somos la leche, que siempre habrá comida en los supermercados, y que nada importa porque el sábado hay liga y el domingo fútbol. ¿Cómo vamos a ser capaces de plantear ningún tipo de crítica, si permitimos unos juegos Olímpicos en países corruptos y dictatoriales (presuntamente, Sr. Juez) como China? El hecho de ver a miles de aficionados aplaudir a corredores de una competición privada manifiestamente oscura como la Fórmula 1, hace que me preocupe, no por el futuro, sino por todos aquellos que nos tienen que llevar a él.
Bueno, ya está, ya nos hemos desahogado en este invento llamado Internet, ya podemos seguir viendo la tele. Abre los ojos, en esta parte del planeta nadie pide que te enfrentes a ti mismo....
Por favor, que alguien resucite la canción protesta...
La cuestión es que de una parte a ésta otra, se ha perdido la capacidad crítica. Primero, con uno mismo, y después, con todo lo demás. El principal logro de esta sociedad de consumo ha sido la anestesia generalizada de todas las herramientas que nos dio la ilustración, y la perdición de toda la capacidad intelectual que pergeñaron los filósofos de los siglos XXVIII y XIX (los del XX se cuentan con los dedos, y han sido más notarios sociales que impulsores de pensamiento). Hecho de menos la canción protesta que teníamos antaño. Una de las virtudes del movimiento punk (a parte de inventar la gomina natural) fue la creación de grupos reaccionarios, que con una crítica rudimentaria ponían en duda el mundo que nos rodeaba. Lógicamente, ellos fueron los primeros en caer en él. Hoy en día, la capacidad de sugestión de los medios de comunicación hace que nos creamos que vivimos en el primer mundo, que somos la leche, que siempre habrá comida en los supermercados, y que nada importa porque el sábado hay liga y el domingo fútbol. ¿Cómo vamos a ser capaces de plantear ningún tipo de crítica, si permitimos unos juegos Olímpicos en países corruptos y dictatoriales (presuntamente, Sr. Juez) como China? El hecho de ver a miles de aficionados aplaudir a corredores de una competición privada manifiestamente oscura como la Fórmula 1, hace que me preocupe, no por el futuro, sino por todos aquellos que nos tienen que llevar a él.
Bueno, ya está, ya nos hemos desahogado en este invento llamado Internet, ya podemos seguir viendo la tele. Abre los ojos, en esta parte del planeta nadie pide que te enfrentes a ti mismo....
Por favor, que alguien resucite la canción protesta...
Etiquetas: crítica, filosofía, mundo, reflexiones, sociedad
