sábado, 5 de julio de 2008

Tiempo...

El tiempo es una variable egoísta y rencorosa; pasa por tu lado sin fijarse en ti y encima no perdona nunca que la desprecies, devolviendo a cambio tiempo perdido si osas no prestarla atención. En su versión masculina, el tiempo es capaz de permanecer impasible ante el paso de sí mismo. Digamos que el tiempo, tan grandilocuente, tiene niveles y escalas de forma que no podamos considerarnos vahos de la nada ante el paso del tiempo universal, ése que regula la creación y destrucción de galaxias enteras. El tiempo no deja de ser curioso, ponemos nuestras vidas en sus manos, confiando en su omnipotencia, dotándole de todo tipo de poderes... y sin embargo, no deja de ser un mero invento del ser humano en su afán de sobreponerse a su insignificancia.

Una mirada, una sonrisa... pueden durar un segundo, y ser recordadas para toda una eternidad. Son los momentos de dolor y alegría, del rechazo o de la aceptación, del éxito o del fracaso. Son esos momentos efímeros los que nos perpetúan en el tiempo. Puedes estar veinte años huyendo de un recuerdo y levantarte al cabo del tiempo, una mañana cualquiera, con la misma sensación en el estómago que tuviste el primer día. El tiempo es capaz de olvidar, pero también de recordar. Y todo para qué? pues en mi caso, para escribir este comentario, un día cualquiera después de muchos años de empezar a descubrir que a la naturaleza que nos rodea sigue sin importarle nuestra presencia. Cualquier día nos desahucia del planeta, sin más.

Hay personas que han esperado 44 años al nuevo triunfo de la selección española, otros seis años para poder volver abrazar a Ingrid, alguno muchos más para poder entender el mundo que les rodea... y así nos va. Tic, tac... el tiempo pasa? desde luego pesa, pero a ciertas personas les sigue sin afectar, y demuestran la misma inmadurez de hace 20 años. Otros han madurado demasiado y son extranjeros en su propia vida. Hay veces que las canciones perduran en el tiempo, unas veces en la radio y otras en los corazones de neófitos musicales o melómanos de viejo enardecimiento. La cuestión es: sirve el tiempo para entender mejor el mundo? pues hasta que se demuestre el viaje en el tiempo, quizás sí.

Sólo hay una variable que ha servido tanto al ideal humano como el tiempo: la esperanza. Seguiremos viendo el tiempo pasar? yo solo espero poder hacerlo mientras comparto mis segundos con todas esas personas que realmente me importan, y si esto es una ensoñación o fabulación febril, espero que al menos dure hasta mañana. Carpe diem ad æternum

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Por: binfer. Leer los 4 Comentarios Deja tu opinión

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